jueves, 22 de febrero de 2007

Sed vacía


Te llevo
en mis piernas,
en mi boca,
en la piel
debajo del corpiño.

Te llevo
como un amuleto perdido,
como un planeta estrellado,
como una luna
que mojó mis patios internos.

Sé que no volverás.
Sé que no te dejaré volver.

Te llevo
en las huellas
que te dejé
en mi puerta abierta,
en tu sombra sobre mí.

Sé que tus perros
se quedaron con hambre.
Sé que no volverán
a comer aquí.

Te llevo
en mi lengua,
en el silencio
incomprensible,
en las piruetas
de nuestros sexos.

Sé que te amo.
Sé que te amaré.
Sé que, en este momento,
venís hacia acá.
Sé que te volverás
con la sed vacía.

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